fuego devorador,
hijo de Sierpe y de Imaginación,
símbolo de la sexualidad femenina sin bridas
destinada a ser vencida
y que, dominada, das el fruto de la vida y de la civilización.
¡Ten piedad de nosotros!
¡Danos la Paz!
La Paz de Octavio,
de Octavio Paz
Comentarios
Publicar un comentario